El pasado 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente. Esto en un intento para que los seres humanos hagamos conciencia de las dificultades que estamos teniendo (y van a empeorar) si no cuidamos y recuperamos el planeta (el único que tenemos) de esta catástrofe ambiental.
Y no es difícil entender por qué está pasando esto: en gran parte del mundo no se tiene acceso a combustibles y tecnologías limpias, seguimos acabando con los árboles, utilizando fuentes de energía no renovables, consumimos mucho plástico (que nuestros mares siguen acumulando), en fin...
Pero este año, se ha hecho énfasis en la calidad del aire que respiramos, pues se está tornando muy contaminado, tanto que se calcula que el 90% de los seres humanos estamos respirando aire contaminado (datos de la OMS), y ésta contaminación está relacionada con cerca de 7 millones de muertes al año (incluyendo aquellas que se dan por eventos cerebro-vasculares, cáncer de pulmón, cardiopatías, entre otras).
Y como este blog es de un pediatra, pues a continuación enumeramos algunas acciones con las que podemos proteger a nuestros niños de tener aire contaminado en ambientes interiores:
- No se debe fumar cerca de los niños, ni en interiores. Esto no significa dejar de cuidarlos o vigilar por alejarse para fumar.
- Usar tecnologías y combustibles limpios para las labores diarias como cocinar, calentar e iluminar el hogar: electricidad, gas natural, biogás, y cuando esté disponibles preferir la energía solar.
- Cocinar en un área que esté bien ventilada.
- Evitar el uso de lámparas o estufas que utilicen querosene para alumbrar o cocinar (que así nos parezcan raras en la actualidad, aún en muchos sitios, principalmente en zona rural son utilizadas).
- Evitar uso de ambientadores o velas en sitios cerrados, que si bien mejoran el olor ambiental temporalmente, añaden sustancias químicas tóxicas para el aire.
Ya en un ambiente más abiertos, también podemos hacer algo para proteger a nuestros niños:
- No quemar residuos domésticos o agrícolas. Utilizar el reciclaje (que en nuestras ciudades cada vez se ve más en los servicios de aseo).
- Evitar exposición de los niños a la contaminación vehicular: por ejemplo, evitar que recorran vías muy concurridas y en lo posible que se desplacen por vías más tranquilas con menos tránsito, si observa un vehículo contaminante (hay algunos que parecen literal unas "chimeneas andantes") alejarse de él lo más pronto posible, o incluso si lleva algún bebé en los brazos y observa emisiones contaminantes de algún vehículo, ponerlo por encima del nivel de estas emisiones.
- Mantener a los niños con esquema de vacunación completo, permitirles consumir alimentación saludable, ser felices y tener actividad física y juegos para su edad. O sea, crear desde la primera infancia, estilos de vida saludables.
- Estar informado sobre los niveles de contaminación de cada ciudad. En ciudades como Bogotá se puede acceder a esta información fácilmente vía Internet, en la nuestra (vivo en Cúcuta, ciudad fronteriza con Venezuela) no está disponible tan fácilmente, pero es algo que esperemos pueda mejorar.
- Sea líder en su medio, en su comunidad, sobre cómo mejorar el planeta y disminuir la contaminación. Y obvio, enséñelo a sus hijos.
A continuación un video de la OMS sobre cómo la contaminación del aire a nuestro cuerpo, ésta entidad nos invita a concientizarnos cada vez más sobre la importancia de cuidar nuestro medio ambiente y nuestro planeta.
